3. Los de la tribu de Benjamín se enteraron de que las otras tribus israelitas se habían reunido en Mispá. Y los israelitas preguntaron al levita cómo había ocurrido aquel crimen.
4. El levita, marido de la víctima, les dijo:–Yo llegué con mi concubina a la ciudad de Guibeá, de la tribu de Benjamín, para pasar la noche allí.
5. Pero esa misma noche los habitantes de la ciudad rodearon la casa en que estábamos alojados, con la idea de matarme, y de tal manera abusaron de mi concubina, que murió.
6. Entonces yo tomé el cadáver y lo descuarticé, y mandé los pedazos por todo el país para que en todo Israel se enteraran de este crimen tan infame.
7. A vosotros os toca ahora, como israelitas, opinar y decidir lo que se debe hacer.
8. Como un solo hombre se pusieron todos de pie y dijeron:–Ninguno de nosotros volverá a su tienda o a su casa.
9. Lo que haremos es echar a suertes quiénes han de atacar Guibeá.
27-28. En aquel tiempo, el arca del pacto de Dios estaba en Betel, y su sacerdote era Finees, hijo de Eleazar y nieto de Aarón. Y los israelitas consultaron al Señor: “¿Debemos atacar una vez más a nuestros hermanos de la tribu de Benjamín, o es mejor que nos demos por vencidos?” El Señor les dijo: “Atacad, que mañana yo os daré la victoria.”
29. Entonces algunos soldados israelitas se escondieron alrededor de Guibeá,
30. mientras los demás marchaban aquel tercer día contra los de Benjamín y se colocaban en orden de batalla frente a Guibeá, como las otras dos veces.
31. De nuevo, los de la tribu de Benjamín salieron de la ciudad y se alejaron de ella para atacar a los israelitas. Lograron matar a unos treinta israelitas por los caminos de Betel y Guibeá, y por los campos,