Jueces 16:4-18 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

4. Después Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec.

5. Los jefes de los filisteos fueron a ver a Dalila, y le dijeron:–Engaña a Sansón y averigua de dónde le vienen sus fuerzas extraordinarias, y cómo podríamos vencerle; así podremos atarle y tenerle sujeto. A cambio de tus servicios, cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata.

6. Entonces ella dijo a Sansón:–Por favor, dime de dónde te vienen esas fuerzas extraordinarias. ¿Hay algún modo de atarte sin que te puedas soltar?

7. Sansón le respondió:–Si me atan con siete cuerdas de arco que todavía no estén secas, perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.

8. Los jefes de los filisteos llevaron a Dalila siete cuerdas de arco nuevas, y con ellas Dalila ató a Sansón.

9. Y como ya antes había escondido a unos hombres en su cuarto, gritó:–¡Sansón, te atacan los filisteos!Entonces Sansón rompió las cuerdas como si fueran un cordón quemado. Y los filisteos no pudieron averiguar de dónde le venía su fuerza.

10. Dalila le dijo:–¡Me engañaste! ¡Me has estado mintiendo! Pero ahora sí, por favor, dime qué hay que hacer para atarte.

11. Sansón le respondió:–Si me atan con sogas nuevas que nunca se hayan usado, perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.

12. Entonces Dalila tomó unas sogas nuevas, lo ató con ellas y gritó:–¡Sansón, te atacan los filisteos!También esta vez ella había escondido unos hombres en su cuarto; pero Sansón rompió las sogas como si fueran hilos delgados.

13. Dalila dijo a Sansón:–¡Todavía me sigues engañando! ¡Todavía me estás mintiendo! ¡Dime qué hay que hacer para atarte!Y Sansón le contestó:–Lo que tienes que hacer es entretejer siete trenzas de mi cabello con la tela del telar, y clavar bien la estaca en el suelo. Así yo perderé mi fuerza y seré un hombre común y corriente.Entonces Dalila hizo dormir a Sansón, y tomando las siete trenzas de su cabello las entretejió con la tela del telar,

14. después de lo cual clavó bien la estaca en el suelo y gritó:–¡Sansón, te atacan los filisteos!Pero Sansón se levantó y arrancó del suelo la estaca y el telar.

15. Entonces ella le dijo:–¡Embustero! ¿Cómo te atreves a decir que me quieres? Ya van tres veces que te burlas de mí, y todavía no me has dicho de dónde te viene toda tu fuerza.

16. Como era tanta la insistencia de Dalila, haciéndole a todas horas la misma pregunta, Sansón estaba tan fastidiado que tenía ganas de morirse;

17. así que finalmente le descubrió a Dalila su secreto:–Nadie me ha cortado jamás el cabello, porque desde antes de nacer estoy consagrado a Dios como nazareo. Si me llegaran a cortar el cabello, perdería mi fuerza y sería tan débil como un hombre común y corriente.

18. Dalila, comprendiendo que esta vez sí le había descubierto su secreto, mandó a decir a los jefes filisteos:–¡Ahora sí, venid, que Sansón me ha descubierto su secreto!Entonces ellos fueron a verla con el dinero en la mano.

Jueces 16