10. se enderezó y le preguntó:–Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?
11. Contestó ella:–Ninguno, Señor.Jesús le dijo:–Tampoco yo te condeno. Vete y no vuelvas a pecar.]
12. Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo:–Yo soy la luz del mundo. El que me siga tendrá la luz que le da vida y nunca andará en oscuridad.