Hechos 9:10-22 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

10. En Damasco vivía un creyente llamado Ananías, a quien el Señor se presentó en una visión y le dijo: “¡Ananías!” Él contestó: “Aquí estoy, Señor.”

11. El Señor le dijo: “Levántate y ve a la calle llamada Derecha, y en la casa de Judas pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. Está orando,

12. y en una visión ha visto a uno llamado Ananías que entra y pone sus manos sobre él para que recobre la vista.”

13. Al oir esto, Ananías dijo: “Señor, muchos me han hablado de ese hombre y de todos los males que ha causado en Jerusalén a tu pueblo santo.

14. Y ahora ha venido aquí, con autorización de los jefes de los sacerdotes, a llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.”

15. Pero el Señor le dijo: “Ve, porque he escogido a ese hombre para que hable de mí a gentes de otras naciones, y a sus reyes, y también a los israelitas.

16. Yo le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa.”

17. Ananías fue a la casa donde estaba Saulo. Entró, puso sus manos sobre él y le dijo:–Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.

18. Al momento cayeron de los ojos de Saulo una especie de escamas y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado.

19. Después comió y recobró las fuerzas, y se quedó algunos días con los creyentes que vivían en Damasco.

20. Saulo comenzó en seguida a proclamar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios.

21. Todos los que le oían se quedaban asombrados y decían:–¿No es este el que andaba persiguiendo en Jerusalén a los que invocan el nombre de Jesús? ¿No es el mismo que ha venido aquí para prenderlos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?

22. Pero Saulo hablaba cada vez con más valor, y dejaba confundidos a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Mesías.

Hechos 9