11. Pero un día, cuando no había nadie más en la casa, José entró para hacer su trabajo.
12. Entonces ella le sujetó por la ropa y le dijo:–Acuéstate conmigo.Pero él salió corriendo, y dejó su ropa en las manos de ella.
13. Cuando ella vio que al salir había dejado la ropa en sus manos,
14. llamó a los siervos de la casa y les dijo:–Mirad, mi esposo nos trajo un hebreo que ahora se burla de nosotros. Entró a verme y quería acostarse conmigo; pero yo grité muy fuerte,