12. Entonces verás que yo, el Señor, había escuchado todos los insultos que lanzaste contra los montes de Israel. Tú dijiste: ¡Son un desierto! ¡Ahora los podemos devorar!
13. Abriste la boca desafiándome, y se te soltó la lengua contra mí. Yo lo escuché.
14. ‘Pues esto digo yo, el Señor: Toda la tierra se va a alegrar cuando yo te destruya.
15. Tú te alegraste cuando fue destruido el país que Israel recibió en propiedad, pero lo mismo pasará contigo: quedarás hecho un desierto, monte de Seír, país de Edom. Entonces reconocerán que yo soy el Señor.’