5. Mis ovejas se quedaron sin pastor, se dispersaron y las fieras salvajes se las comieron.
6. Se dispersaron por todos los montes y cerros altos, se extraviaron por toda la tierra y no hubo nadie que se preocupara por ellas y fuera a buscarlas.
7. ‘Así que, pastores, escuchad bien mis palabras.
8. Yo, el Señor, lo juro por mi vida: Fieras salvajes de todas clases han robado y devorado a mis ovejas, que no tienen pastor. Mis pastores no van en busca de las ovejas. Los pastores cuidan de sí mismos, pero no de mi rebaño.
9. Por eso, pastores, escuchad las palabras