15. El Señor se dirigió a mí y me dijo:
16. “Voy a quitarte de un solo golpe a la persona que más quieres. Pero no te lamentes ni llores; no derrames lágrimas.
17. Sufre en silencio y no guardes luto como se hace por los muertos. No andes con la cabeza descubierta ni vayas descalzo; no te cubras la cara en señal de dolor ni comas el pan que se come en tales casos.”
18. Por la mañana estuve hablando con la gente, y por la tarde murió mi esposa; a la mañana siguiente hice lo que el Señor me había ordenado.
19. Entonces la gente del pueblo me dijo: “Explícanos qué significa para nosotros eso que estás haciendo.”