35. “Por eso yo, el Señor, digo: Puesto que te has olvidado de mí y me has vuelto la espalda, tendrás que sufrir el castigo de tu libertinaje y de tus prostituciones.”
36. El Señor me dijo: “Y tú, hombre, ¿quieres pronunciar la sentencia contra Oholá y Oholibá? Entonces échales en cara sus acciones detestables.
37. Ellas me han sido infieles y tienen las manos manchadas de sangre. Me han sido infieles adorando a sus ídolos, y en honor de ellos han sacrificado en el fuego a sus propios hijos, los hijos que yo tuve con ellas.