2. Si el culpable merece ser azotado, el juez ordenará que se le tienda en el suelo y que, en su presencia, se le apliquen los azotes que merezca la falta cometida.
3. En ningún caso se aplicarán más de cuarenta azotes, para evitar que aquel compatriota sufra un castigo demasiado duro y se sienta humillado ante vosotros.
4. “No le pongáis bozal al buey cuando esté trillando el grano.