4. Esto me mostró el Señor: Le vi enviar como castigo un fuego abrasador, que secó por completo el gran mar profundo y que estaba acabando también con los campos.
5. Yo dije:–¡Deténte, Señor, por favor! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño?
6. Entonces el Señor desistió de su propósito y dijo:–¡Tampoco esto sucederá!
7. El Señor me mostró también esto: Estaba él junto a un muro y tenía en la mano una plomada de albañil,
8. y me preguntó:–¿Qué ves, Amós?–Una plomada de albañil –respondí.Entonces me dijo:–Pues con esta plomada de albañil voy a ver cómo es de recta la conducta de mi pueblo Israel. No le voy a perdonar ni una vez más.