13. Cuando vengas, tráeme la capa que dejé en Tróade, en casa de Carpo; también los libros, y especialmente los pergaminos.
14. Alejandro el herrero se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará conforme a lo que ha hecho.
15. Guárdate también tú de él, porque se ha puesto muy en contra de nuestro mensaje.
16. En mi primera defensa ante las autoridades, nadie me ayudó; todos me abandonaron. Espero que Dios no se lo tome en cuenta.
17. Pero el Señor sí me ayudó, y me dio fuerzas para llevar a buen término la predicación del mensaje de salvación y hacer que lo oyeran todos los paganos. Así el Señor me libró de la boca del león,
18. y me librará de todo mal, y me salvará llevándome a su reino celestial. ¡Gloria a él para siempre! Amén.
19. Saludos a Prisca y a Áquila, y a la familia de Onesíforo.
20. Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto.