5. Por eso debéis esforzaros por añadir a vuestra fe la buena conducta; a la buena conducta, el conocimiento;
6. al conocimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción;
7. a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor.
8. Si poseéis estas cualidades y las desarrolláis, ni vuestra vida será inútil ni habréis conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo.