2-4. Un día, al atardecer, se levantó David de la cama, y se paseaba por la azotea del palacio real cuando vio a una mujer muy hermosa que se estaba bañando, acabando de purificarse de su periodo de menstruación. David mandó que se averiguase quién era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.
19. y le dio al mensajero las siguientes instrucciones: “Cuando acabes de informar al rey de todo lo relacionado con la batalla,
20. puede suceder que el rey se enoje y te pregunte: ‘¿Por qué os acercasteis tanto al atacar la ciudad? ¿Acaso no sabéis que ellos lanzan objetos desde la muralla,
21. igual que cuando en Tebés una mujer mató a Abimélec, el hijo de Jerubaal, arrojándole desde la muralla una piedra de molino? ¿Por qué, pues, os acercasteis tanto a la muralla?’ Entonces tú le contestarás: ‘También ha muerto Urías el hitita, oficial de Su Majestad.’ ”
22. El mensajero se fue, y al llegar contó a David todo lo que Joab le había ordenado. David, en efecto, se enojó mucho con Joab, y dijo al mensajero:–¿Por qué os acercasteis tanto al atacar la ciudad? ¿Acaso no sabéis que ellos lanzan objetos desde la muralla, igual que cuando en Tebés una mujer mató a Abimélec, el hijo de Jerubaal, arrojándole desde la muralla una piedra de molino? ¿Por qué, pues, os acercasteis tanto a la muralla?