2-4. Un día, al atardecer, se levantó David de la cama, y se paseaba por la azotea del palacio real cuando vio a una mujer muy hermosa que se estaba bañando, acabando de purificarse de su periodo de menstruación. David mandó que se averiguase quién era ella, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita. David ordenó entonces a unos mensajeros que se la trajeran, y se acostó con ella, después de lo cual ella volvió a su casa.
17. y en un momento en que los defensores de la ciudad salieron para luchar contra Joab, cayeron en combate algunos de los oficiales de David, entre los cuales se encontraba Urías.
18. Joab envió a David un informe detallado de la batalla,
19. y le dio al mensajero las siguientes instrucciones: “Cuando acabes de informar al rey de todo lo relacionado con la batalla,
20. puede suceder que el rey se enoje y te pregunte: ‘¿Por qué os acercasteis tanto al atacar la ciudad? ¿Acaso no sabéis que ellos lanzan objetos desde la muralla,
21. igual que cuando en Tebés una mujer mató a Abimélec, el hijo de Jerubaal, arrojándole desde la muralla una piedra de molino? ¿Por qué, pues, os acercasteis tanto a la muralla?’ Entonces tú le contestarás: ‘También ha muerto Urías el hitita, oficial de Su Majestad.’ ”
22. El mensajero se fue, y al llegar contó a David todo lo que Joab le había ordenado. David, en efecto, se enojó mucho con Joab, y dijo al mensajero:–¿Por qué os acercasteis tanto al atacar la ciudad? ¿Acaso no sabéis que ellos lanzan objetos desde la muralla, igual que cuando en Tebés una mujer mató a Abimélec, el hijo de Jerubaal, arrojándole desde la muralla una piedra de molino? ¿Por qué, pues, os acercasteis tanto a la muralla?
23. Entonces el mensajero le respondió:–Los soldados que salieron a luchar contra nosotros a campo abierto nos llevaban ventaja, pero los hicimos retroceder hasta la entrada de la ciudad.
24. Fue entonces cuando los arqueros dispararon sus flechas desde la muralla contra las tropas de Su Majestad, y murieron algunos de los oficiales, entre ellos Urías el hitita.
25. Entonces David respondió al mensajero:–Dile a Joab que no se preocupe demasiado por esto, pues son cosas de la guerra. Pero que ataque la ciudad con más brío, hasta destruirla. Y tú dale ánimo.
26. Cuando la mujer de Urías supo que su marido había muerto, guardó luto por él;