15. Pero el sacerdote Joiadá ordenó a los capitanes que mandaban el ejército:–¡Sacadla de entre las filas, y pasad a cuchillo al que la siga!Como el sacerdote había ordenado que no la mataran en el templo del Señor,
16. la apresaron y la sacaron por la entrada de la caballería al palacio real, y allí la mataron.
17. Después Joiadá hizo un pacto entre el Señor, el rey y el pueblo, que ellos serían el pueblo del Señor; y también entre el rey y el pueblo.