26. Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y habiendo dado gracias, lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. Esto es mi cuerpo.
27. Y tomando el vaso, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos;
28. porque esto es mi sangre del Nuevo Testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.
29. Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo que beber nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.
30. Y habiendo cantado un himno, salieron al monte de las Olivas.
31. Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas.